“Me duele todos los días mucho, vivo muy tristemente su situación”, le dijo ayer Charly Alberti a LA GACETA, en referencia al coma que atraviesa su colega Gustavo Cerati, desde que hace cuatro años sufrió un accidente cerebrovascular en México. Desde entonces, está internado y sin conciencia.
Alberti tomó distancia de los eventos artísticos que se hacen en nombre de su amigo enfermo. “Considero que este es un momento para llamarse a silencio, para esperar y tener mucha fe. Por eso no me ven en ninguna de esas payasadas de homenajes. No es el tiempo de tener un oportunismo mediático en relación con lo que le está pasando. Estoy esperanzado de que todo termine pronto y bien, pero se hace larga la espera”, admitió.
El músico está en Tucumán con motivo del festival Rockea BA, que ayer se realizó frente al parque 9 de Julio, con una gran afluencia de público y un final que se desarrollaba al cierre de esta edición con las participaciones de Guasones y de Babasónicos.
El baterista es el presidente del jurado de Rockea BA, que busca bandas nuevas en todo el país, con un proceso especial de selección: en cada provincia, son elegidos los grupos más votados por los usuarios de Internet, los que luego participan de la instancia nacional. Por Tucumán, que integra la región Norte, se clasificaron YAF (con ese nombre se inscribió en el certamen, aunque en este momento se rebautizó Fondo Blanco) y Chakal (ver el texto destacado “YAF...”).
En su primera edición, el festival se limitó a la provincia de Buenos Aires, pero ahora aborda el interior con sus recorridas. “La convocatoria siempre fue nacional, pero los shows eran sólo en Buenos Aires. Con el cambio realizado este año y las giras, estamos más cerca de los músicos y de la gente. Las bandas tucumanas deberán viajar a donde se realizan las semifinales. Los jueces definimos quiénes pasan a la final y quiénes son los ganadores”, le explicó a LA GACETA.
- Cuando aparecieron con Soda Stereo no existían estos concursos...
- Eran menos, casi no había. Pero había otras chances, diferentes y, para mí, mejores. No había piratería y existía una industria que nos permitía vivir de lo que hacíamos. Hoy, el hecho de que la gente piense que la música es gratis y lo tengo incorporado, ha destruido a cientos de miles de familias que vivían de la música. Eso hace que a los artistas nuevos se les complique muchísimo más poder salir a tocar.
- ¿De dónde venía el apoyo antes?
- Eran las discográficas las que nos ayudaban a poder sustentarnos en el proceso hasta ser una banda conocida y grande.
- ¿En qué proyectos estás trabajando actualmente?
- Soy una persona naturalmente inquieta y hago muchas cosas. Hoy mi mayor vocación y a lo que más tiempo le estoy dedicando es a R21 (Revolución 21, Latinoamérica Sustentable), mi fundación de educación ambiental. Doy conferencias y tengo un equipo de científicos latinoamericanos muy importantes.
- ¿De dónde nace ese compromiso tan fuerte con el ambiente?
- Entendí que es un problema muy grande, si no el más grande que tiene la humanidad actualmente. Si no tenemos un planeta, no podremos subsistir en el futuro. Hace falta comunicarlo para que la gente lo entienda, y comprenda que es posible un cambio en la medida en que todos participemos.
- ¿Y por aparte de tu fundación R21?
- Desde hace más de un año estoy en el proyecto de la creación de una cerveza y haciendo algo de música.